Salvados

Central superó 74 a 68 a Los Indios, ganó la serie por la permanencia 2 a 1 y mantuvo la categoría. Ahora vendrá el tiempo del balance y de pensar en el futuro.
Finalizó para Central una temporada que terminó padeciendo, sufriendo en la piel de dirigentes, cuerpo técnico, jugadores e hinchas. Una campaña que empezó con humildad y bajo perfil, que llegó a ilusionar y que luego sufrió infinidad de contratiempos a punto tal de que el equipo nunca pudo terminar de encontrarse. La ausencia de química, se sabe, es peligrosa. Y en medio de una pendiente, Central salvó la ropa al ganar 2 a 1 la serie ante Los Indios de Moreno y mantuvo la categoría. Ahora vendrán tiempos de pensar, analizar, soñar con el TNA o incluso con al menos jugar la B. Tiempos de saber quiénes se quedan para el torneo local y quiénes se integran a sus nuevos equipos como es un secreto a voces desde hace rato. Y, sin excusas, hacer un recuento de los errores para no repetirlos. Lo cierto es que el martirio terminó y Rosario conservó su plaza de Liga. Egoísmos a un lado, hoy Central es la ciudad y ese lugar debe protegerse a como dé lugar.
Por eso el festejo airado, por eso la alegría casi desbordante. Por esos los abrazos y la emoción. El desahogo fue grande, íntimo pero expuesto a la mirada de los que día a día los acompañaron,
EL PARTIDO
Si había sido sufrido el duelo del viernes en el que se igualó la serie, el de anoche lo fue más, por la emoción que da la paridad permanente y, sobre todo, la inminencia de la definición; el saber que uno se salvaba y que otro tendría que seguir sufriendo.
Los canallas no contaron con el suspendido Crocce y por eso su rotación interna se vio limitada.
El inicio fue a puro gol, con defensa pobrísimas, velocidad e intercambio de artillería pesada en ambos costados, con Piuma por el lado local y García Merlo en la visita.
Central tuvo un mini quiebre cuando se escapó 20 a 12 de la mano de Garnero, pero Indios reaccionó a tiempo para apretar el tanteador.
Con Dentis y Piuma cargados de faltas, Coco Juan eligió a Allegranza y Bronzino para la rotación interna, mientras que Lupo tomó el lugar de Núñez y comenzó a ser factor en ofensiva. Bronzino no lució e incluso se equivocó en ataque, pero su defensa sobre García Merlo fue importante para tenerlo a raya de allí en más. Los locales sacaron otra vez una luz de 7, pero Indios (que apostó a una zona) achicó con Monier y Espeche.
Otra vez el tira y afloje de la diferencia se vio en el tercer parcial, porque el duelo se fue a un terreno más rústico, más hablado, volaron algunas técnicas (para variar) y los dos elencos repartieron su bajo goleo. Garnero siguió siendo importante y Ríos colaboró para asistir a un Piuma indómito en ataque. Si algo faltaba, llegó. Lupo cerró el cuarto con tremendo triple a la carrera para irse 59 a 53.
La historia de Central en la B tendría un nuevo capítulo de sufrimiento, porque Indios defendió fuerte, aprovechó la ausencia de Piuma y se puso a tiro con gran tarea de Espeche.
Pero una vez más Garnero generó, Lupo y Piuma anotaron, y el Canalla cerró el partido. Con la soga al cuello, como siempre, pero lo cerró. Y en medio de una temporada larga y difícil, con muchos vaivenes, liquidar partido, serie y permanencia es mucho. Fue un desahogo. Por eso el festejo. Rosario sigue teniendo Liga. Eso siempre se agradece.
Síntesis
Rosario Central (74): Sebastián Garnero 4, Facundo Núñez 2, Maximiliano Ríos 13, Marcelo Piuma 24, Ezequiel Dentis 8 (f.i.) Gustavo Bronzino 2, Juan Lupo 18, Mariano Allegranza 3, Matías Stival 0. DT: Hugo Juan.
Los Indios (68): Gastón García 6, Rodrigo Monier 9, Leonardo Rodríguez 15, Diego García Merlo 13, Nicolás Grecco 2 (f.i.) Julián Espeche 19, Nicolás Mendyk 4. DT: Carlos Duro.
Parciales: 24/21 - 38/35 - 59/53.
Árbitros: Pablo Oyola y Dante Saravalli.
Estadio: Cruce Alberdi.

Fuente: www.basquetrosario.com.ar