viernes, 5 de marzo de 2010

Paz... y guerra

Sport Cañadense le ganó a Central en un gran partido de básquet que luego desembocó en un espectáculo patético. Los visitantes se impusieron por 86 a 80 porque supieron manejar con mayor tranquilidad el clima caldeado y el arbitraje polémico.
Fue un partido con todos los condimentos, un duelo intenso al extremo con la mochila cargada de juegos anteriores que explotó en el Cruce Alberdi para vivir un encuentro apasionante y luego casi una hora de situaciones linderas con lo policial y que BR tuvo la posibilidad de presenciar hasta el mismísimo final, cuando se apagaron las luces del estadio y volvió la paz, ya pasada largamente la medianoche rosarina.
La octava fecha de la segunda fase de la B1 Sur ponía cara a cara nuevamente a esta altura dos enemigos íntimos como son Rosario Central y Sport Club Cañadense. Y clima no iba a faltar, porque los visitantes coparon la popular y comenzaron desde largo rato antes del duelo a jugar su partido con el cancionero. Hasta ahí todo bien, folclore le dicen.
Y el juego comenzó intenso, picante, con mucha predisposición a sacar ventaja de la contra pero sin regalar nada. Los canallas tuvieron su buen lapso con Di Biaggio enchufado y ganando en la carrera contra otro conductor rápido y picante como es Andrés Gambone. Los locales eran firmes en defensa y a Sport le costó entrar en el juego que más le convenía.
Pero el encuentro se comenzó a enmarañar para Central por las pérdidas y la confianza bajó. Como contrapartida los celestes le dieron juego a Zoric y se despertó Aguilar, con sus mañas y también su talento.
El partido se calentó, la intensidad y la defensa al límite comenzó a cruzar la raya y los árbitros no supieron detenerlo. El primer tiempo se fue 38 a 34 para los locales, pero Sport ya sabía qué tenía que hacer para complicarlo definitivamente.
Es que Central desde hace rato sufre con los arbitrajes en la Liga B, a veces de manera clara y concisa y en otras ocasiones persiguiendo fantasmas. Es ineludible que de visitante es muy difícil ganar y que los locales siempre cuentan con ventajas, algo que en el Cruce está lejos de suceder. Pero también es real que anoche los jueces no fueron los principales responsables de la derrota e incluso en algunas de las más discutidas sancionaron bien. ¿Qué hubiera pasado en Cañada invirtiendo los papeles? Esa es otra historia.
Con ese bagaje, ante el juego de roce y provocación de algunos jugadores visitantes, Central cayó redondito y terminó contrariado con los jueces. Sport, en cambio, empezó a mostrar lo mejor, primero con triples (Aguilar, Gambone) para dar el zarpazo y empatar el juego y luego pasándole la pelota a Zoric bajo la tabla en el juego de pase y corte con Aiello.
Los canallas se desdibujaron en cuanto a la buena defensa del inicio y dependieron de Morello y Sánchez para convertir. El ingreso de Slider fue flojísimo en ambos lados de la cancha y Abaca entró en una pelea contra Aguilar que no lo favoreció.
Ibáñez Paz se sumó al Tigre para crispar los nervios y Sport se adueñó definitivamente del trámite y generó locura, provocando antideportivas y técnicos, más empujones, discusiones, dimes y diretes. Negocio redondo. Central compró lo que el Celeste vendía. Vale. No es ilícito aunque suene desleal.
El tole tole
Luego vino el cierre y mientras algunos saludaban, Slider se fue a buscar a Ibáñez Paz, Abaca se fue a buscar a Aguilar. Los separaron, pero ya algunos hinchas canallas habían ocupado el pasillo por el que debía salir Sport y ahí otra vez hubo una mini gresca ante la atenta mirada de los efectivos policiales, que poco hicieron por detener el incidente.
Tras una nueva separación, los efectivos decidieron dejar a los hinchas de Sport (sólo unos pocos participaron de los incidentes) en la tribuna y a los jugadores en el rectángulo a la espera de refuerzos. Algunos seguidores canallas aguardaban en la puerta la salida de los visitantes. Al llegar un par de móviles más, se despejó a los hinchas auriazules a puro balazo de goma y se hizo ingresar al resto al Cruce para que los visitantes pudieran salir.
Adentro del Cruce seguían algunas discusiones menores (entre hinchas de Central; entre policías y allegados al equipo canalla; entre hinchas de Central y Sport) y el plantel celeste todavía no podía ir al vestuario a buscar sus bolsos. La historia sigue.
Largos minutos habían pasado desde el final del juego cuando se calmó el ambiente y los visitantes partieron al vestuario a buscar sus pertenencias. Uno por uno pasaron hasta que llegó el turno de Mariano Aguilar, quien lo hizo en forma lenta y observando a su alrededor mientras saboraba una bebida. Allí fue que apareció un jugador de Central que le propinó un tremendo golpe antes de ser separados. Otro que recibió insultos en la salida fue Ibáñez Paz.
Final lamentable para un partido apasionante, que deja a las claras que a Central todavía no se lo respeta en algunas esferas como equipo de Liga, pero que también pone en evidencia que algunos rivales saben pegar donde más le duele a los canallas y que la reacción no debe ser esta, porque el castigo puede ser mucho.
Síntesis
Rosario Central (80): Adriano Di Biaggio 11, Juan Pablo Lupo 7, Juan Pablo Camino 8, Manuel Morello 15, Gustavo Souto 13 (f.i.) Adrián Di Lenarda 2, Diego Abaca 3, Jonatan Slider 2, Rodrigo Sánchez 19. DT: Enrique Lancellotti.
Sport Club (86): Andrés Gambone 16, Luciano Aiello 13, Mariano Aguilar 12, Marko Zoric 20, David Cabezas 6 (f.i.) Sebastián Mignani 0, Leopoldo Ibáñez Paz 9, Mauricio Hedman 10. DT: Mariano Nóbile.
Parciales: 18/13, 38/34 y 57/57.
Árbitros: Néstor Fama y César Bajaneta.
Estadio: Cruce Alberdi.

Fuente: www.basquetrosario.com.ar

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