sábado, 19 de marzo de 2011

Noche de terror

Central perdió con Los Indios y Sport ganó, por lo que a falta de una fecha está quedando en playoffs por la permanencia. Horrendo arbitraje, lesionados, técnicas y antideportivas. Noche de perros para los canallas.
"Una serie de eventos desafortunados" es una secuencia de libros de Daniel Handler que fue llevada al cine en forma de tragicomedia con Jim Carrey a la cabeza y narra la historia de tres huérfanos que sufren en manos de un presunto tío, o algo por el estilo, todo tipo de situaciones desagradables.
Lo cierto es que si para Central la temporada ya venía con el paso cambiado, anoche el mismísimo autor de estos libros hubiese creído que era demasiado incluso para la ficción. Los canallas jugaron muy mal, defendieron peor, erraron muchos libres, sufrieron un arbitraje adverso, se comieron técnicas y antideportivas, se lesionó un jugador, perdió ante el colista y quedó abajo en el desempate ante Sport a falta de una fecha en la que, además, deberá ser visitante. ¿Mucho? Demasiado. Así imposible ganar.
El equipo auriazul venía de un viernes de gloria en el que le había arrebatado el segundo puesto a Sport y ganado como visita tras largo rato. Por ende, ganado sus dos juegos evitaba la lucha por la permanencia y se metía en la pelea por el ascenso. Pero había que ganar y no era un trámite. Enfrente estaba un equipo incómodo para el canalla, que suele brindar algunas perlitas tácticas y que a pesar de andar mal, siempre complicó a Central con sus internos tiradores y un base de nivel como Gastón García.
Y desde el arranque se notó que la defensa canalla sufriría con los rompimientos de los perimetrales visitantes y que las cortinas no serían bien resueltas. Para colmo, Central lucía apresurado y perdió en marca de Espeche.
Tras el buen inicio de Los Indios, los canallas hicieron pie con Garnero, encontraron a Piuma y se soltó Ríos para poder terminar al frente. Pero la mano venía mal barajada.
En el segundo parcial, el trámite fue más parejo pero se inclinó hacia la visita con una defensa zonal que mutó a combinada con el ingreso de Ríos. El juego de los internos (adentro y afuera) fue la clave ante un Central enojado, que terminó de entrar en cólera cuando Dentis recibió un duro golpe en el rostro de parte de Espeche y debió dejar el campo de juego. Volvió a ingresar en la segunda parte, pero no aguantó porque no podía coordinar bien.
Empezaron las discusiones, los nervios, el duelo dialéctico con los jueces y el partido se fue de cauce. Y Central se fue de partido.
El segundo tiempo fue abominable para los auriazules, sin idea clara de juego, defendiendo mal, con jugadores intercambiando opiniones entre ellos, con el entrenador y con los árbitros. Los jueces tuvieron una pésima tarea, pero algunos jugadores locales como Piuma o Crocce le sirvieron en bandeja situaciones casi grotescas, como las cuatro faltas seguidas a Crocce o la multitud de técnicas y antideportivas.
Indios aguantó callado, supo asimilar sin enojarse las faltas inventadas cuando hubo que compensar y, desde la línea de libres (28 de 34), fue estirando una ventaja que supo mantener con la inteligencia de García y las corridas de Monier.
Central fue a la carga barracas, con acciones individuales de un equipo que lució partido, como si estuviera en otra cosa, que erró infinidad de libres (11 de 20) y que dilapidó una chance formidable. Quedó a la espera de un milagro. La pregunta es ¿lo merece?
Síntesis
Rosario Central (78):
Sebastián Garnero 13, Maximiliano Ríos 21, Facundo Núñez 0, Marcelo Piuma (x) 21 y Ezequiel Dentis 5 (f.i.) Juan Pablo Lupo 6, Mariano Allegranza 12, Matías Stival 0, Diego Crocce 0. DT: Hugo Juan.
Los Indios (90): Gastón García 9, Leonardo Rodríguez (x) 2, Rodrigo Monier 18, Diego García Merlo 19, Julián Espeche 16 (f.i.) Nicolás Grecco 16, Nicolás Mendyc 10. DT: Carlos Duro.
Parciales: 23/21 - 38/40 - 57/69.
Árbitros: Mariano Atance y Pablo Oyola.
Estadio: Cruce Alberdi.

Fuente: www.basquetrosario.com.ar

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